Hay diferentes trastornos de personalidad, pero todos ellos mantienen unos criterios diagnósticos generales.
El comportamiento de la persona se apartará claramente de lo que su cultura considera correcto o de las expectativas ésta. Esto debe reflejarse en mínimo dos de las siguientes áreas:
- Cognición: la forma de percibir e interpretar.
- Afectividad: respuesta emocional.
- Actividad Interpersonal: relación con otras personas.
- Control de los impulsos.
Este comportamiento o conducta debe ser persistente, inflexible y afectar a una amplia gama de situaciones personales y sociales. Así mismo provoca malestar clínicamente significativo o afectación importante en áreas como las relaciones sociales o el entorno laboral.
Este tipo de comportamientos desadaptativos suelen iniciarse en la adolescencia o la edad adulta y se mantienen estables.
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